Una de las reformas más frecuentes del verano es el cambio de bañera por el plato de ducha. Y es que este cambio, por pequeño que parezca, puede aportar muchísimos beneficios a todos los miembros del hogar. Hoy os traemos algunas de los principales beneficios de realizar estos cambios.
1. Liberación de espacio: La bañera es un elemento que ocupa muchísimo espacio dentro del baño, no solo por tamaño, sino por la distancia que pueda dejar libre entre la puerta y los demás objetos del baño. Gracias a este cambio no tan solo se gana mucho espacio, sino que se aumenta muchísimo la sensación de amplitud.
2. Comodidad: Dependiendo de la distancia que haya entre la bañera y los demás objetos del baño, la movilidad dentro de esta habitación puede ser complicada. Sobre todo cuando hay personas mayores en casa o con alguna disminución de la movilidad, por la dificultad que puedan tener de entrar y salir de la bañera.
3. Ahorro: Llenar una bañera necesita mucha más agua que una ducha en un plato de ducha. Hacer el cambio de bañera a ducha supondrá un ahorro muy grande que, con el tiempo, amortizará por completo la obra realizada.
4. Estética y decoración: La sensación de amplitud y la liberación de espacio también te dará más opciones a la hora de decorar tu cuarto de baño. Puedes aprovechar el espacio liberado para añadir algún mosaico o para poner una pequeña cómoda o estante.
5. Más sencillo de limpiar: Limpiar una ducha es muchísimo más sencillo y rápido que limpiar una bañera. Por lo que ganarás en tiempo y gasto en productos de limpieza.
Y hasta aquí los consejos de hoy. Esperamos que nuestras recomendaciones de hoy os ayuden en vuestra elección.